El crecimiento de las grandes ciudades trae consigo uno de los principales problemas a los que se enfrenta el medio ambiente y las sociedades urbanas, es la contaminación producto de la suciedad. Esto genera una apariencia de abandono y decadencia a los ojos de habitantes locales y turistas, además de causar enfermedades. Los grafitis, manchas y suciedad acumulada en las edificaciones, paredes y mobiliario urbano, generados por los años de uso y maltrato, evita el aprovechamiento de espacios para fomentar la cultura, el esparcimiento y la interacción entre las personas.

El congestionamiento del tránsito, el consumo energético, desechos y suciedad son multiplicados por la creciente densidad de población y los entornos urbanos. Estos factores contribuyen al deterioro del ambiente urbano generando consecuencias en nuestra salud: Enfermedades de las vías respiratorias, sistema cardiovascular y neurológico, generado por la deficiente calidad del aire causada por las emisiones de los automóviles producen elevados niveles de plomo en el aire urbano. Enfermedades e infecciosos y gastrointestinales, provocadas por la insalubridad del agua. Grandes volúmenes de residuos no recogidos suponen múltiples riesgos para la salud.